Rosatom de Rusia demanda a empresas finlandesas por 2.800 millones de dólares por la rescisión del contrato de su planta nuclear.

Rosatom exige compensación por las pérdidas ocasionadas por lo que llamó la “terminación ilegal del contrato EPC” para construir la planta nuclear Hanhikivi-1.

El contrato para construir una planta de 1,2 gigavatios con inversiones estimadas entre 6.500 y 7.000 millones de euros se firmó en 2013, pero la parte finlandesa lo rescindió en mayo de 2022, antes de que comenzara la construcción.

La decisión se produjo después de importantes retrasos en el proyecto, riesgos geopolíticos debido a la invasión rusa de Ucrania y dudas sobre la posibilidad de iniciar el proyecto.

Fennovoima, un consorcio en el que accionistas finlandeses como Outokumpu, Fortum y SSAB poseen dos tercios, había iniciado un arbitraje internacional con el objetivo de recuperar 1.700 millones de euros en pagos anticipados. Rosatom presentó contrademandas por un total de 3.000 millones de euros. Los casos se encuentran en arbitraje en tribunales internacionales.

Fortum fue un importante inversor extranjero en el sector energético de Rusia, sin embargo en 2023 perdió el control de sus activos rusos, cuando Rusia se hizo cargo temporalmente de siete unidades de energía térmica y una cartera de empresas conjuntas de plantas eólicas y solares de Fortum en virtud de un decreto del presidente Vladimir Putin.