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Cómo la IA está dando forma al futuro de la construcción en EE. UU.
24 septiembre 2025
La inteligencia artificial está empezando a dar forma a la construcción en dos frentes: en la forma en que se pronostican los mercados y en la forma en que los contratistas gestionan los proyectos.
Un nuevo informe de Merlo America, desarrollado con la firma de inteligencia predictiva BiltData.ai, traza un mapa de cómo se concentrará la demanda en Estados Unidos en 2030.
Al mismo tiempo, el comentario compartido en exclusiva con Construction Briefing por el director de Baker Tilly, Brian Kassalen, destaca cómo las empresas realmente están implementando IA en el diseño, la licitación y las operaciones en el lugar de trabajo, y dónde aún se encuentran restringidas.
Juntas, las dos perspectivas ilustran un cambio: la IA predictiva está identificando dónde estarán las mayores oportunidades, mientras que la IA operativa está mostrando cómo los contratistas pueden competir en esos entornos.
Crecimiento concentrado, auge de los centros de datos
El pronóstico de Merlo proyecta que el gasto en construcción en Estados Unidos aumentará de 1,553 billones de dólares en 2025 a 1,889 billones de dólares en 2030, una tasa de crecimiento anual compuesta de alrededor del 4%.
Por sector, se prevé que el residencial siga siendo el segmento más grande con 755.800 millones de dólares, seguido por el comercial (567.200 millones de dólares), el industrial (377.400 millones de dólares) y la infraestructura (188.500 millones de dólares).
Geográficamente, se espera que solo cinco estados (California, Texas, Florida, Nueva York y Nueva Jersey) representen el 42% del gasto. A nivel metropolitano, 35 Áreas Estadísticas Metropolitanas (AEM) representarán el 64% del total de la construcción, y las 10 principales representarán más de un tercio.
La región de Nueva York-Newark-Jersey City encabeza las proyecciones con 162.200 millones de dólares para 2030, seguida de Los Ángeles con 95.500 millones de dólares, Chicago con 66.800 millones de dólares, Dallas-Fort Worth con 57.300 millones de dólares y Houston con 52.500 millones de dólares.
“El gasto en construcción de Nueva York por sí solo podría rivalizar con la economía de un país pequeño”, señaló el informe.
El crecimiento industrial está siendo impulsado en parte por una ola de desarrollo de centros de datos.
Se prevé que los 12 principales mercados de EE. UU. representen el 73% de toda la capacidad para 2030, impulsados por la computación en la nube, la inteligencia artificial y la infraestructura 5G.
Se proyecta que la región de Dallas-Fort Worth alcance 1.500 MW de capacidad de centro de datos, mientras que Washington DC lidera a nivel nacional con 3.000 MW.
“Los centros de datos se están convirtiendo en un potente motor de la construcción y la actividad industrial”, afirma el informe. “Estos centros tecnológicos son propicios para la inversión en equipos y servicios especializados”.
Los contratistas evalúan la IA
Si el pronóstico muestra dónde habrá crecimiento, Kassalen sostiene que la pregunta más importante es cómo se posicionarán los contratistas para capturarlo.
“Estamos observando una inversión significativa en todas las etapas del ciclo de vida de la construcción, pero especialmente en el diseño, la licitación y las operaciones en obra”, afirmó. “En el ámbito del diseño, las empresas utilizan IA para iterar rápidamente los diseños asistidos por computadora (CAD) y simular diferentes escenarios estructurales.
“Durante las adquisiciones, la IA desempeña un papel importante en la licitación, la estimación y el análisis de datos del mercado para seleccionar a los proveedores más rentables”, añade.
Pero el entorno construido está viendo un uso más tangible de tecnología.
En el lugar de trabajo, la IA se combina con tecnologías como drones, cámaras y robótica para agilizar el seguimiento del progreso, identificar desviaciones de los planes y mejorar la toma de decisiones en tiempo real.
Seguridad, cumplimiento y ROI
Los beneficios más claros se ven en las estimaciones y ofertas.
Kassalen afirma: “Al analizar los costos históricos, las tendencias del mercado y los datos laborales, la IA ayuda a los contratistas a generar ofertas más precisas y evitar precios bajos, una causa común de pérdidas en proyectos”.
El seguimiento in situ también está dando resultados.
“Los drones y las cámaras con inteligencia artificial comparan las condiciones actuales con los modelos digitales en tiempo real, lo que reduce los retrasos, las repeticiones de trabajos y las horas de trabajo desperdiciadas”, añade.
Pero la adopción sigue siendo desigual, y los contratistas se inclinan por aplicaciones que requieren pocas barreras, como la seguridad.
“Una de las áreas más fáciles para que los contratistas comiencen a experimentar con la IA es la seguridad”, señala Kassalen. “Por ejemplo, las empresas pueden usar drones para sobrevolar una obra y aplicar algoritmos o software de detección de calor para identificar posibles peligros. Si alguien me pregunta cuál sería un buen primer paso, la seguridad probablemente sea la primera de la lista”.
La brecha de datos
A pesar de la promesa, la calidad de los datos sigue siendo un obstáculo fundamental.
“La IA es tan potente como los datos a los que puede acceder y de los que puede aprender”, afirma Kassalen. “Sin datos de calidad que alimenten los modelos, ni siquiera las mejores herramientas de IA proporcionarán información útil. Por lo tanto, la mayor brecha no está en la tecnología, sino en cómo las empresas recopilan, gestionan y aprovechan sus datos”.
Esta división es particularmente visible entre los contratistas más grandes, que son más propensos a experimentar, y las empresas medianas que a menudo prefieren los métodos familiares.
Dentro de las organizaciones, los líderes de TI tienden a impulsar una adopción más amplia, mientras que los equipos de finanzas sopesan los costos cuidadosamente.
El pronóstico se encuentra con la realidad
El pronóstico de Merlo/BiltData apunta a un futuro concentrado e impulsado por los centros de datos para la construcción en EE. UU.
La visión del contratista de Baker Tilly subraya que capitalizar este crecimiento dependerá no solo de saber dónde ocurrirá, sino también de usar IA para afinar las ofertas, mejorar el monitoreo y agilizar la entrega.
En conjunto, las dos perspectivas sugieren que la próxima década de la construcción en Estados Unidos se definirá no solo por dónde aumenta la demanda, sino por qué empresas pueden convertir la IA de un pronóstico en una ventaja de campo.
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