Excavaciones para Ucrania: la batalla de Volvo para que las mujeres operen excavadoras y cargadoras de ruedas

“No tenemos miedo”, dice Anastaysia Marienskova, gerente de la empresa ucraniana de maquinaria de construcción ETS. “Las mujeres ucranianas no tienen miedo”.

Foto: Volvo CE

Marienskova habla en nombre de una generación de mujeres ucranianas que se preparan para un tercer invierno de guerra en una campaña que ya se ha cobrado miles de vidas, ha desplazado a millones y ha infligido un sufrimiento incalculable.

Desde el inicio de las hostilidades en febrero de 2022, un número significativo de mujeres se han unido a las fuerzas armadas ucranianas, mientras que millones más se están incorporando para ocupar puestos de trabajo tradicionalmente ocupados por hombres, como conducir camiones, trabajar en la minería, en acerías o en los ferrocarriles.

Y ahora, dice Marienskova, las mujeres pueden desempeñar un papel clave en la gran cantidad de trabajos de construcción.

Sin duda, la necesidad de más trabajadores de la construcción para ayudar a reparar la fragmentada infraestructura de Ucrania es clara.

Según los análisis de imágenes satelitales, se estima que el 70% de la infraestructura energética y el 30% del transporte, así como al menos 210.000 edificios en todo el país, han sido destruidos por los combates.

Falta de trabajadores de la construcción en Ucrania

Y con la mayoría de los hombres en edad laboral del país reclutados en el ejército, la industria de la construcción de Ucrania está desesperada por conseguir trabajadores.

Según la Confederación de Empleadores de Ucrania, el número de trabajadores registrados oficialmente en el sector ha caído en una cuarta parte a sólo 300.000 personas, y algunos buscan reclutar trabajadores migrantes de lugares tan lejanos como Pakistán, Nepal, India, Bangladesh y Filipinas para llenar el vacío.

El Ministerio de Economía de Ucrania ha estado trabajando con empresas, organizaciones benéficas y empresas de capacitación para facilitar que las mujeres obtengan las habilidades y calificaciones necesarias para asumir este tipo de trabajos.

Foto: Volvo CE

Uno de ellos ha sido un acuerdo con ETS, junto con Volvo Construction Equipment y la organización benéfica Beredskapslyftet, con sede en Suecia, para acreditar un curso acelerado de operador de maquinaria de construcción, específicamente dirigido a mujeres, que les permite completar la formación necesaria en solo nueve semanas, en lugar de los nueve meses que tardan los cursos tradicionales de operador de maquinaria ucranianos.

“Hoy en día es muy importante desarrollar nuestro país”, afirma Marienskova. “Este curso permite reconstruir Ucrania y dar a la gente un nuevo trabajo estable. Los clientes nos han dicho que tienen una gran falta de operadores. Nos piden ayuda y formación. Ahora, cualquiera que apruebe el examen puede obtener un certificado gubernamental y trabajar como operador”.

Para un país donde hace apenas unos años las mujeres tenían prohibido por ley operar excavadoras, es un cambio enorme.

Derogación de la legislación de la era soviética

En 2017, el gobierno ucraniano derogó una legislación de la era soviética que prohibía a las mujeres ejercer 450 profesiones consideradas perjudiciales para la salud reproductiva de las mujeres, entre ellas muchos trabajos de construcción, como carpintería, soldadura y manejo de excavadoras. De hecho, antes de la invasión rusa, menos de la mitad de las mujeres ucranianas adultas tenían un empleo, una de las tasas más bajas de Europa.

“Nuestro objetivo por ahora es, en primer lugar, acercar la profesión a las mujeres”, dice Marienskova. “En Ucrania no es habitual que las mujeres operen una cargadora de ruedas o una excavadora. Normalmente, es una profesión para hombres”.

Inicialmente, los responsables del curso planean lanzar un curso piloto para solo 12, pero esperan haber capacitado al menos a cincuenta operativos para fines de 2024.

Anastasia Marisenkova, directora de programas en ETS Group. Foto: Volvo CE

El curso comienza con cuatro semanas de aprendizaje remoto a través de Teams y sigue con otras cuatro semanas de educación presencial.

Los participantes pasarán 40 horas en la cabina de una excavadora y una cargadora de ruedas Volvo antes de realizar una evaluación práctica de una semana de duración que, si la aprueban, les proporcionará una licencia aprobada por el gobierno.

Los estudiantes recibirán matrícula gratuita, así como alojamiento y comidas durante la parte presencial del curso. Además, en caso de bombardeo ruso, tendrán acceso a un refugio antiaéreo adecuado.

Marienskova dice que hasta ahora la respuesta ha sido positiva.

“Anunciamos esta iniciativa hace apenas unos días y ya hemos tenido más postulantes de los que podemos educar tanto este año como el próximo”, afirma.

El programa, denominado "Mujeres de Hierro", se inspira en gran medida en una iniciativa creada por la empresa hermana de Volvo CE, Volvo Trucks, en 2016, que ha proporcionado formación en conducción de camiones a mujeres en países como Perú, Sudáfrica y Ucrania.

Joakim Arndorw, director de la región internacional de Volvo CE, que dirige el proyecto en nombre del fabricante, espera extender el programa a otros países alrededor del mundo.

“En general, en casi todas partes del mundo hay escasez de operadores de equipos de construcción cualificados”, afirma. “Hemos analizado dónde podría ser interesante hacer esto en otras partes del mundo. Estamos analizando esto en diálogo con nuestros distribuidores para ver dónde hay potencial”.

Mujeres de hierro alrededor del mundo

“El programa de Volvo Trucks consiste en obtener una licencia de conducir camiones, por lo que el curso es mucho más corto”, explica.

Joakim Arndorw, responsable de la región internacional de Volvo Construction Equipment. Foto: Volvo CE

“Esta es la primera vez que ponemos a prueba el programa para operadores de equipos de construcción, por lo que lo estamos observando ahora para asegurarnos de captar el interés y ver si es necesario realizar algún ajuste al curso.

Según la Oficina de Estadísticas Laborales, las mujeres representan solo el 2,3% de los "ingenieros operativos y otros operadores de equipos de construcción" en los EE. UU. En otros países, es probable que la cifra sea incluso menor.

Arndorw dice que el tiempo y el costo de calificar para operar equipos de construcción pesada en todo el mundo varían significativamente.

Señala que en Suecia, donde el curso se ofrece como parte de la formación profesional en las escuelas secundarias, las tasas las paga el contribuyente, mientras que en otros países el coste puede ascender a miles de dólares.

“Esta iniciativa toma conciencia de que la construcción todavía está muy dominada por los hombres y dice que no es sólo para hombres: las mujeres también pueden hacerlo”, afirma.