Los tres factores que hacen del Reino Unido el lugar más caro para construir energía nuclear

Así lo indica una revisión regulatoria recientemente publicada sobre el sector, dirigida por John Fingleton y encargada por el gobierno del Reino Unido.

El informe advirtió que tanto los programas civiles como los de defensa sufren grandes sobrecostos y retrasos en los cronogramas y pidió una reforma integral del marco regulatorio en un país que fue el primero en producir energía comercial a partir de una fuente nuclear.

El informe identificó tres factores regulatorios que impulsan los altos costos y las demoras en el sector nuclear:

• Aversión al riesgo: El informe afirmó que el sistema regulatorio castiga el fracaso pero no puede recompensar el éxito y se ve agravado por un “apetito de riesgo político inconsistente e insuficiente”.
• Proceso por encima de resultado: se utilizan procedimientos complejos como protección para reducir la responsabilidad y el juicio, y permiten que los malos resultados se excusen con una adhesión “excelente” al proceso.
• Falta de incentivos alineados con el interés público: los reguladores y operadores no tienen incentivos para maximizar los beneficios sociales o minimizar los costos sociales.

Los autores del informe pidieron un “reinicio radical” y describieron 47 recomendaciones para que el gobierno acelere la construcción de nuevos proyectos nucleares a menor costo y a tiempo.

Las recomendaciones incluyen establecer una "ventanilla única" para las decisiones nucleares y agilizar la regulación para eliminar la duplicación y evitar procesos excesivamente burocráticos y costosos, mejorando al mismo tiempo los estándares de seguridad.

El informe también afirmó que sus recomendaciones podrían ahorrar decenas de miles de millones de libras sólo en costos de desmantelamiento nuclear, así como reducir los costos de energía para los consumidores e impulsar más inversiones en el Reino Unido.

Entre las recomendaciones del Grupo de Trabajo se encontraban cinco propuestas fundamentales:

• Un liderazgo político más fuerte, que incluya una dirección estratégica sólida por parte del gobierno para los sectores nuclear civil y de defensa;
• Establecer una Comisión de Regulación Nuclear que sea un órgano de toma de decisiones unificado entre todos los reguladores, planificadores y organismos de aprobación;
• Aclarar la tolerabilidad y proporcionalidad del riesgo, poniendo a Gran Bretaña en línea con el resto del mundo;
• Fusionar el Regulador de Seguridad Nuclear de Defensa con la Oficina de Regulación Nuclear
• Evitar regulaciones que prioricen la burocracia por sobre resultados seguros, como por ejemplo reformar los regímenes ambientales y de planificación para mejorar la naturaleza y ejecutar proyectos más rápidamente.

El presidente del grupo de trabajo, John Fingleton, afirmó: «Esta es una oportunidad única en una generación. Los problemas son sistémicos, arraigados en una complejidad innecesaria y en una mentalidad que prioriza el proceso sobre el resultado».

Nuestras soluciones son radicales, pero necesarias. Al simplificar la regulación, podemos mantener o mejorar los estándares de seguridad y, al mismo tiempo, suministrar capacidad nuclear de forma segura, rápida y asequible.

Tom Greatrex, director ejecutivo de la Asociación de la Industria Nuclear, afirmó: «Este informe presenta una oportunidad sin precedentes para lograr una regulación nuclear más coherente, transparente y eficiente, lo que a su vez agilizará y abaratará la ejecución de los proyectos. Con demasiada frecuencia, los costosos procesos burocráticos han obstaculizado nuestra seguridad energética, la lucha contra la crisis climática y la protección del medio ambiente, para el cual la energía nuclear es esencial».

Nuestros estándares de regulación son reconocidos mundialmente, pero nuestros procesos a veces se han desarrollado de forma fragmentada. El sector nuclear del Reino Unido cuenta con un sólido historial de seguridad, y estas recomendaciones garantizarán que siga siendo así, a la vez que abordan la duplicación, la contradicción y la complejidad excesiva.