Traducido automáticamente por IA, leer el original
Cómo los contratistas estadounidenses pueden navegar por las vías legales de aplicación de la ley de ICE y de trabajo
04 julio 2025
A medida que se intensifica la aplicación de leyes migratorias bajo la administración Trump, la industria de la construcción estadounidense enfrenta una nueva presión para cumplir con la ley federal y al mismo tiempo mantener el acceso a mano de obra esencial.

Dos presentaciones recientes de la Asociación de Contratistas Generales de Estados Unidos (AGC) plantean una estrategia doble para los contratistas: fortalecer las protecciones legales para los trabajadores actuales y ampliar el acceso a vías de inmigración legales para los nuevos empleados.
Presentadas por los abogados de inmigración Bruce E. Buchanan y Deepti Orekondy, junto con el director senior de AGC, Mike Oscar, las reuniones informativas proporcionan una hoja de ruta para las empresas que navegan en este entorno de creciente riesgo.
Preparación para el ICE: lo que los contratistas necesitan saber

Según Buchanan y Orekondy, los agentes federales pueden iniciar acciones a través de varias vías: una auditoría I-9, una redada en el lugar de trabajo o la presentación de órdenes administrativas o judiciales.
Los contratistas deben comprender las diferencias legales entre estos mecanismos para evitar sobrepasar o violar los derechos de los trabajadores.
Las auditorías I-9 generalmente comienzan con un Aviso de inspección (NOI), después del cual los empleadores tienen tres días hábiles para producir la documentación I-9.
Buchanan y Orekondy recomiendan una auditoría interna completa antes de la llegada del ICE y desaconsejan encarecidamente la retroactividad o la falsificación de formularios. Las multas civiles por infracciones pueden oscilar entre $272 y $27,108 por trabajador, dependiendo del número y la naturaleza de las infracciones.
Si la agencia de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE) ejecuta una redada (o “acción de cumplimiento de la ley en el lugar de trabajo”), los agentes pueden ingresar a las instalaciones sin previo aviso.
En tal caso, el consejo aconseja a los contratistas:
- Solicite identificación y determine si los agentes cuentan con una orden judicial de registro o arresto. De no ser así, los empleadores no están obligados a permitir el acceso fuera de las áreas públicas.
- Evite obstruir a los oficiales, pero asigne un representante de la empresa para supervisar la búsqueda y documentar la interacción.
- Abstenerse de volver a verificar el estatus migratorio de empleados no identificados directamente en la acción, ya que esto podría constituir una represalia ilegal.
AGC también insta a las empresas a evitar “autoauditar” a sus tripulaciones en respuesta a presiones políticas o tendencias de cumplimiento de la ley, lo que puede violar las leyes contra la discriminación según la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
Reducir el riesgo antes de una redada

Para minimizar la vulnerabilidad, Buchanan y Orekondy describen varios pasos proactivos:
- Realizar revisiones periódicas de cumplimiento del I-9 con supervisión legal.
- Capacitar al personal de RRHH sobre la diferencia entre órdenes administrativas y judiciales.
- Utilice E-Verify de manera consistente si está registrado, pero evite aplicarlo de manera selectiva.
- Prepare un plan de respuesta ante ICE y asegúrese de que la gerencia esté capacitada para seguirlo con calma.
También recomiendan preparar una lista de contacto de abogados, designar un equipo de respuesta capacitado y colocar señales que distingan entre áreas públicas y no públicas en todas las instalaciones.
Según la ley de EE. UU., los agentes de ICE con una orden administrativa (inspección del Formulario I-9 o solicitud de detención) solo pueden ingresar legalmente a áreas de un lugar de trabajo que estén abiertas al público, como el vestíbulo o el área de recepción, a menos que tengan una orden judicial firmada por un juez.
Ampliación de la fuerza laboral legal: vías para la inmigración legal

El Estatus de Protección Temporal (TPS) y la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) son dos de las protecciones más comunes vigentes para muchos trabajadores de la construcción en la actualidad.
Mike Oscar de AGC alienta a los contratistas a comprender estas categorías, pero no a verificar o cuestionar el estado individual, para poder comprender la escala de trabajadores legalmente presentes bajo dichos programas.
Para futuras contrataciones, Oscar destaca varias vías:
- Las visas H-2B (para trabajo temporal no agrícola) pueden ofrecer un alivio limitado a corto plazo. Sin embargo, el programa tiene un límite de solicitudes y es altamente competitivo.
- Las tarjetas verdes basadas en el empleo y la categoría de visa EB-3 podrían permitir a los contratistas patrocinar a ciudadanos extranjeros en puestos calificados o no calificados, aunque los tiempos de procesamiento siguen siendo largos.
- Los programas de aprendizaje que califican para beneficios de inmigración o certificaciones laborales pueden servir como una fuente de talento a largo plazo.
Oscar también señala que muchos trabajadores pueden ser elegibles para el Ajuste de Estatus a través de patrocinio familiar o vías de ayuda humanitaria, y los empleadores deben trabajar con abogados de inmigración para identificar rutas apropiadas cuando sea relevante.
Consejo final
AGC advierte que no se debe asumir que la aplicación de medidas migratorias disminuirá en el corto plazo.
La asociación, en cambio, alienta a sus miembros a desarrollar capacidad interna para el cumplimiento, comprender los límites legales de la interacción con el ICE e invertir de forma proactiva en canales laborales legales.
Como escriben Buchanan y Orekondy en la presentación: “El cumplimiento no es un evento: es un proceso continuo”.
Mantente conectado




Reciba la información que necesita cuando la necesite a través de nuestras revistas, boletines y resúmenes diarios líderes en el mundo.
CONECTE CON EL EQUIPO



